Te damos una pista: el bondage no fue inicialmente usado en el arte del erotismo.

Sin embargo, los relatos de sesiones de flagelación y rituales de dominación son pobremente conocidos, pero solían ser practicados con frecuencia hace decenas de siglos.

La evolución, si nos permitimos decirlo de esta manera, está envuelta dentro de nuestro ADN. Más allá de ser un tópico sexual, el bondage esconde un par de secretos, y es una muestra más de cómo el ser humano puede transformar una práctica común en algo extraordinario.

Historia del bondage: ¿cómo inició?

Para la sorpresa de muchos, la ejecución de una serie de nudos, mejor conocida como “encordamientos”, es originaria de la cultura japonesa. En el período Edo (1603-1868), los samuráis se encargaban de inmovilizar y torturar a sus enemigos usando estos nudos atípicos.

Podríamos inclinarnos por este origen como el “comienzo del cambio” para lo que hoy conocemos como el bondage. Si bien es cierto que la técnica de tortura a través de encordamientos fue usada en épocas de guerra, hacia las zonas del occidente ya se desvelaban algunas señales de cambio.

En la época de los años 50s, se popularizó el uso del cuero, en especial con las bandas de hombres motociclistas, lo cual exudaba connotaciones y ondas de homosexualidad y sadomasoquismo. Para ese entonces, el término BDSM, a pesar de no ser tan familiar para algunos, ya existía.

Así, poco a poco, el método de la flagelación y el amarre corporal fue aumentando en popularidad en los clubes y bares especializados para este estilo de entretenimiento sexual.

El bondage y sus highlights

Siguiendo la onda de los clubes y bares, el BDSM ha tenido sus altos y bajos.

Como todo en esta vida, lo misterioso tiene su pizca de perversión. Esto mismo ocurre con el BDSM, teniendo en cuenta que ha sido un tema tabú por mucho tiempo debido a sus prácticas, la curiosidad de la sociedad por conocerlo y practicarlo se ha ido acumulando por décadas.

Ahora, el bondage y el sadomasoquismo es ampliamente conocido, y cada día gana un poco más de respeto y apreciación. En una época rodeada de tecnología y accesibilidad a casi todo lo que nos imaginamos, el BDSM ha aportado grandes oportunidades a sus miembros.

Por ejemplo, practicar BDSM en pareja tiene una serie de beneficios. ¿Quieres conocerlos?

Beneficio #1: La confianza crece

¿Es difícil de creer? En ocasiones sí, pero ya te lo explicaremos.

Dentro de las prácticas de esta controversial actividad sexual, existe el “blindfolding”. Esto es simplemente vendarle los ojos a tu compañer@, lo cual requiere de un nivel de confianza absoluto.

Al tener los ojos vendados, esta persona “sumisa” está a la merced de su “amo”. Es este último personaje quien tiene el poder de hacer muchas cosas sexuales, como flagelar, besar, acariciar, escupir, o lo que ambos hayan establecido con anterioridad.

Por ello, la confianza debe existir, y se debe respetar los términos de cada participante.

Beneficio #2: La comunicación se desarrolla

La comunicación es una herramienta esencial en este estilo de prácticas, en especial cuando se involucran diferentes tipos de juguetes sexuales y participantes.

Así como se debe trabajar en la confianza, sin la comunicación, sería mucho más complicado de lograrlo.

Comunica con respeto y confianza cuáles son tus fantasías, qué quieres y qué no quieres, con quién lo quieres y con quién no lo quieres. Comunica todo lo que sientas y todo lo que pienses.

H3 Beneficio #3: No te preocupes por la infidelidad

Si tú y tu pareja practican adecuadamente el beneficio #1 y #2, de seguro que el beneficio #3 será fácil de cumplir.

La infidelidad es un tema de conmoción y suele ser emotivo por las razones equivocadas. Sin embargo, no hay por qué temerle a ello si practicas una rutina de BDSM en tu relación.

Tomando en cuenta la confianza y la comunicación, se ha demostrado que las parejas dentro del arte del bondage no tienen mucho para ocultar. Practicándolo, se desarrolla un sentido de creatividad y cercanía, lo que puede terminar en una aceptación de ambas partes.

Así, pueden experimentar nuevas ideas como tríos, orgías, el uso de juguetes como las fustas y las cuerdas, sets de esposas y juegos eróticos para no caer en la monotonía.

Ahora que ya conoces un poco más acerca de cómo el bondage ha evolucionado, pasando de ser un tema tabú hasta una práctica sexual codiciada, ¿qué esperas para dar el siguiente paso en tu vida, y practicar el BDSM?